MÉTODO DALCROZE

 ÉMILE JACQUE-DALCROZE

PEDAGOGÍA MUSICAL ACTIVA



INTRODUCCIÓN


Émile Jacque-Dalcroze nació en Viena el 6 de junio de 1865 y murió en Ginebra el 1 de julio de 1950. Además de pedagogo, fue un gran compositor de música de cámara, orquesta y ópera.


En 1892 aceptó el puesto de profesor de solfeo, armonía y composición en el conservatorio de Ginebra, pero al tiempo renunció a su posición en el conservatorio de Ginebra al prohibírsele incorporar su enfoque de enseñanza en sus clases.


El método se realizó porque Dalcroze se sentía decepcionado por la falta de vida en las clases de música, donde todo se reducía a frías clases teóricas y a desarrollar hábitos interpretativos mecánicos. Quería solucionar los problemas que veía en los estudiantes, y para ello desarrolló estrategias educativas que incorporan el movimiento, pues creía que la musicalidad debía surgir del propio cuerpo.


Dalcroze detectó algunos problemas, como que a ciertos alumnos les faltaba la sensación de duración, la capacidad de medir los sonidos y de ritmar la sucesiones de igual duración. A la acción de la música, a menudo reaccionaban con movimientos involuntarios de ciertas partes del cuerpo (cabeza, pies, manos, etc.) de donde se podía deducir que debía existir alguna relación entre la acústica y los centros nerviosos superiores.







LA MÚSICA ES MOVIMIENTO


Según el método Dalcroze, la experiencia musical debe nacer del movimiento. Este pedagogo vela a sus alumnos más noveles lo mucho que les costaba medir correctamente las partituras, incluso después de varios años de estudio. Comprendió que algo fallaba en el proceso de aprendizaje y se propuso darle la vuelta.


Antes de aprender a leer la partitura, o de interpretar la música, los alumnos deben aprender a sentir y moverse con ella. Buscó un aula grande y con espejos, pidió a sus alumnos que se descalzaran y se movieran por la clase al ritmo del piano.


Este fue el inicio de una serie de ejercicios que les planteaba, en los que el cuerpo era su principal instrumento musical. Observó que a los alumnos más retraídos les costaba moverse más que al resto, y sin embargo, comenzaron a progresar mucho más rápido con  este método. La descoordinación que tenían se iba solucionando: la barrera entre su cuerpo y su mente se abría dándoles el control de la actividad musical.


IMPROVISACIÓN


Dalcroze escribía en 1932: "Improvisar es expresar sobre el terreno los pensamientos, tan rápidamente como se presentan y se desarrollan en nuestra mente". En aquel momento, Dalcroze se preguntaba por qué la improvisación tenía tan poco espacio en la educación musical, siendo un vehículo tan importante en el aprendizaje y las capacidades expresivas del alumno. Todavía hoy esto sigue ocurriendo.


La improvisación que Dalcroze plantea distintos objetivos: Ayuda a sintetizar lo aprendido a través de la experiencia, Demuestra que el alumno ha aprendido o entiende conceptos, Motiva al alumno a expresar sus ideas musicales propias, Estimula los poderes de concentración, capacidad de escuchar e imaginación, Crea sentimientos de satisfacción y logro.


Para improvisar, el profesor puede darle al alumno algunos elementos en los que basarse, o simplemente dejar que él sea el que tome el mando. La improvisación no tiene que hacerse obligatoriamente con el instrumento. También se puede improvisar cantando, o utilizando el cuerpo. El objetivo final es estimular al alumno para que se desinhiba y conecte cuerpo y mente.


MEMORIA


Al igual que en todo su método, Dalcroze propone que el movimiento forme parte del proceso de memorización. Por un lado, utiliza la memoria imitativa. El profesor canta o toca un pequeño fragmento y el alumno lo repite acto seguido.


Lo novedoso es que añade el elemento motoro: Al repetir el fragmento memorizado, los alumnos caminan por la clase. Pueden hacerlo con el pulso de la música o siguiendo el ritmo melódico. De esta manera, se integran en el aprendizaje varios elementos que ayudan una vez más al cuerpo y la mente a mantenerse conectados.


CONCLUSIONES QUE EXTRAJO


La propuesta de Dalcroze era conseguir que el cuerpo se convirtiera en un instrumento musical por medio de la integración del pensamiento, del sentimiento‐ emoción y de la acción. Con este planteamiento el autor buscaba tomar contacto directo con la música desde el inicio, pues la organización rítmica de fragmentos e ideas musicales podían ayudar a los alumnos a vivir y a sentir la música de forma más directa y personal. 


Esta metodología del sentido rítmico que convierte al cuerpo en instrumento de expresión y comunicación, necesitaba del apoyo de una educación auditiva que obligase al alumno a oír la música para luego expresarla con    todo el cuerpo, desde el que se fomenta el desarrollo del sentido auditivo, elemento básico en el aprendizaje de la música.   


Es de señalar el valor pedagógico que Jaques Dalcroze aportó a la educación musical y a la educación en general. Entre sus muchas aportaciones, queremos destacar en este artículo la inclusión de la Música en las clases teóricas como Armonía y Solfeo llamado hoy en día Lenguaje Musical, algo muy alejado de la realidad actual donde priman los elementos teóricos y repetitivos. 


La educación auditiva siempre ha sido campo de estudio de muchos investigadores, ya que a través de la audición consciente y atenta se crea una buena base musical, sobre todo desde el inicio de los estudios musicales y desde edades muy tempranas. 


Poder demostrar que desde el principio puede ser llevada a cabo de forma lúdica y por supuesto musical como propone el método Dalcroze, y no como ejercicios arduos y de excesiva dificultad tanto teórica como práctica, ha sido la prioridad absoluta de este artículo.  


En nuestra opinión, la aplicación del método Dalcroze, la utilización de sus ejercicios, o al menos el planteamiento de su forma de pensar y de priorizar la Música desde el principio de la educación musical de un niño, puede obtener unos resultados muy sólidos y duraderos en nuestros alumnos consiguiendo que nuestras clases de Lenguaje Musical sean mucho más efectivas, por lo tanto, más verdaderas y deseables para el futuro de la Educación Musical con mayúsculas, que todos deseamos.



FILOSOFÍA DEL MÉTODO 


Este pedagogo y compositor suizo, se oponía al aprendizaje mecánico de la música. A través del movimiento corporal trabaja la educación del oído y el desarrollo perceptivo del ritmo. Según Silvia Del Bianco (en Díaz, 2007) este método es multidisciplinario, relacionando música y movimiento corporal. El solfeo musical en el espacio posibilita visualizar las diferentes nociones musicales. El aprendizaje se realiza en grupo, trabajando capacidades de adaptación, imitación, reacción, integración y socialización.


Su método de educación musical (Euritmia) relaciona el movimiento corporal y la música, como menciona Alsina (en Díaz y Giráldez, 2007), un solfeo musical en el espacio, que teoriza los elementos musicales a través de la práctica corporal, enriqueciendo además en la toma de conciencia de nuestro cuerpo, desarrollando la motricidad global, parcial y fina y formando el oído a través del movimiento. El espacio pasa a formar parte del fenómeno sonoro y motor, estableciendo contacto a través de la comunicación no verbal y la expresión personal. 


ÁREAS DE TRABAJO


Aunque en un principio Dalcroze preconizaba los beneficios de la rítmica para niños a partir de seis años, no tardó en darse cuenta que estos beneficios también podrían manifestarse en niños más pequeños, igual que en adultos e incluso llevarlos al terreno de la educación de invidentes o discapacitados mentales. También sus alumnos se percataron de los aportes que podría ofrecer la Rítmica al campo de la reeducación de minusválidos sensoriales, mentales o motores. Así pedagogos como Llongueres en Barcelona o Scheiblauer en Zurich ofrecieron cursos para niños con determinadas discapacidades (Bachmann, 1998). 


OBJETIVOS DEL MÉTODO


El objetivo principal de este método es el desarrollo del oído musical, los sentidos melódico, tonal y armónico a través de un sexto sentido que es el muscular, desarrollado a través del movimiento.


Después tenemos otros objetivos como: 

 

  1. Ayuda a sintetizar lo aprendido a través de la experiencia de cada uno.

  2. Demuestra que el alumno ha aprendido o  asimilado conceptos. 

  3. Motiva al alumno a expresar sus ideas musicales propias

  4. Estimula los poderes de concentración, capacidad de escuchar e imaginación. 

  5. Crea sentimientos de satisfacción y logro. 


METODOLOGÍA DEL MÉTODO


La metodología que lleva a cabo el método del pedagogo Dalcroze es una metodología muy enfocada al alumno y muy característica. Para trabajar es muy importante el número de alumnos, recomendado unos 15 alumnos como cifra idónea. También se deberá trabajar en un grupo homogéneo y que las sesiones o clases no sean inferiores a 30 minutos. La rítmica Dalcroze se basa en la improvisación. 


Por ejemplo los alumnos caminan libremente y cuando empieza la música adaptan poco a poco su marcha al compás de la música, introduciendo los valores de las notas: las negras para marchar; las corcheas para correr; y la corchea con puntillo y semicorchea para saltar. 


Lo que se trabaja en estas sesiones es  la atención, la inteligencia, la rapidez mental, la sensibilidad y el movimiento a través de ejercicios melódicos, de movimiento, improvisación, instrumentos intercalados entre sí y una relajación final. 


Rafael Caballero






Comentarios

  1. Rafael, un post debe ser más corto, la información debe estar sintetizada y puedes poner un enlace a un articulo o lectura interesante para ampliar conocimiento, pero no copiar... Y si se copia, se debe poner la referencia o es plagio. Un vídeo también es muy interesante para completar información.

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